Si bien en Argentina no hay datos estadísticos sobre el robo de identidad, lo cierto es que al igual que lo que sucede en el resto de los países del mundo, este delito se comete a diario y existen muchas personas damnificadas según lo reflejado en diferentes denuncias ante los organismos encargados de la protección al consumidor.

Hoy en día la mayoría de estos casos se dan en las redes sociales e implican, muchas veces, la comisión de delitos aún más graves como, por ejemplo, el grooming.

El robo de identidad, como tal, no está tipificado en el Código Penal Argentino y especialistas en esta temática -y la sociedad en general- llevan varios años expresándose sobre la necesidad de incluir el robo de identidad como delito.

En ese sentido, Anabella Hers Cabral, Diputada Nacional, recientemente presentó un nuevo proyecto de ley –porque han existido proyectos en el pasado- que tipifica el robo de identidad, sancionándolo con pena de prisión de 3 a 10 años y lo define como quien “se apropiare de la identidad de una persona física o jurídica, o hiciere uso de la misma sin autorización de su titular”.

Entre sus fundamentos, el proyecto menciona el crecimiento de este tipo de delito en los últimos tiempos y el hecho de que constituye un negocio mundial que repercute en la economía, con mayores costos para el crédito y aumenta la desconfianza en el comercio electrónico.

Es prematuro por el momento analizar la rapidez con la que este proyecto avanzará en el Congreso aunque existe cierto consenso sobre su gran necesidad.