En el contexto de una filtración de información en la que se confirmó que la Secretaria de la Función Pública había contraído COVID-19, el Comisionado Presidente del INAI, Francisco Javier Acuña, consideró que ningún individuo está obligado a informar si ha contraído el coronavirus, incluso si se trata de la salud de un funcionario público; toda vez que las leyes dicen que los datos de salud de una persona son confidenciales. Consideró que, tratándose de un servidor público, sería un “acto de civismo y altura” el informar sobre su estado de salud, ya que podría verse afectado el desarrollo de sus funciones laborales.
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